Hoy hablaré de otro de los protagonistas de cualquier bolo, quizás el más importante de todos, pues aunque se podría actuar sin él, la verdad es que la cosa daría penica máxima. Hoy les presento al PÚBLICO. O mejor dicho, los públicos, porque no hay sólo uno: son tan diferentes y variados como los músicos.
Y es que pocas cosas hay más tristes para un habitante del mundo de la farándula que empezar una actuación sin que haya ni una mísera persona en la sala. Y no creáis que estoy exagerando: en este país, hay muchos lugares donde la gente considera que las 00:30h es "demasiado pronto" para empezar una sesión de baile de noche. Si puedes permitirte retrasar un poco el comienzo de la actuación aún se puede capear un poco el temporal, pero como al día siguiente tengas el tiempo justo para llegar al siguiente bolo y dar un concierto, algunas veces te ves obligado a actuar para nadie. Y lo haces y punto, porque para eso eres un maldito profesional XDDD
Pero centrémonos en los tipos de público que uno se encuentra durante las interminables giras de verano, no sin antes deciros que un buen o un mal público puede hacer que una actuación sea genial... o bien convertirse en un simple ensayo pagado que no beneficia a nadie -si acaso, al siguiente pueblo, pues llevas el repertorio más ensayado :-P Pues no nos engañemos: aunque siempre intentamos darlo todo sobre el escenario, si el público anima y le agradece a uno el esfuerzo, serías capaz de dejarte la puta vida sobre las tablas.
Empecemos:
El público AGRADECIDO, que te aplaude todas las canciones y las corea, te perdona los errores, te saluda al acabar la actuación, te llenan la pista ya desde el segundo tema y resisten hasta el final de pase dándolo todo y sin cenar -que a veces las sesiones de "tarde" tienen un horario de finalización discutible. Te lo llevarías a casa, pero al final aceptas que no cabrían todos en la furgoneta y te despides de ellos hasta el año siguiente intentando besar a cuanta más gente, mejor.
El público FANTASMA, aquel que está... pero como si no estuviera: acabas un tema y no aplaude, durante tu actuación prácticamente ni te mira y te pasas todo el pase de marcha pensando que esa gente sólo espera la discomóvil. Pero cuando sale el dj... tampoco reaccionan en exceso, por lo que comprendes que la cosa no es culpa tuya y das las gracias al gran DIO de que sólo sucedan cosas parecidas un 2% de las actuaciones.
Ah, por cierto: cuando al acabar tienes que pasar por enmedio de la pista para cargar los trastos a la furgoneta, tampoco se apartan ni te facilitan la labor. Entonces comprendes que realmente no son fantasmas de verdad, porque no puedes atravesarlos como si nada con los bártulos, cosa que sería de gran ayuda.
Ah, por cierto: cuando al acabar tienes que pasar por enmedio de la pista para cargar los trastos a la furgoneta, tampoco se apartan ni te facilitan la labor. Entonces comprendes que realmente no son fantasmas de verdad, porque no puedes atravesarlos como si nada con los bártulos, cosa que sería de gran ayuda.
El público ENTENDIDO, que conocen muy bien sobretodo los guitarristas: se trata de aquellos otros músicos, de mayor o menor talento, que acuden a un bolo y se pasan toda la actuación expectantes y mirando a un músico determinado, hablándose al oído para comentar la jugada y dejando escapar de vez en cuando una diabólica sonrisa que, sacada de contexto, nos produce a los que estamos sobre el escenario un escalofrío por no saber si es para bien o para mal.
No entran en esta categoría nuestros colegas de otras bandas que vienen a vernos, pues sabiendo como saben lo difícil y duro que resulta nuestro oficio a veces, te intentan animar al máximo, te aplauden y te llaman "guapo" aunque a la vista salta que tan sólo eres ligeramente resultón XDDD
No entran en esta categoría nuestros colegas de otras bandas que vienen a vernos, pues sabiendo como saben lo difícil y duro que resulta nuestro oficio a veces, te intentan animar al máximo, te aplauden y te llaman "guapo" aunque a la vista salta que tan sólo eres ligeramente resultón XDDD
El público BODEGUERO es aquel que no aplaude no por falta de ganas, sino porque tiene las manos ocupadas en el antiguo arte de no deshidratarse en demasía. Conforme va pasando la noche se bifurca en dos vertientes: los que aguantan el trote y cada vez se vienen más arriba -a veces tan arriba que te los encuentras sobre el escenario y tienes que invitarles amablemente a volver a bajar-... o a los que les pesan las cervezas y poco a poco se van desconectando y acaban con la mirada perdida.
El público FAMILIAR, que vienen en tropel y donde los padres quieren bailar salsa, los abuelos boleros, el/la hijo/a adolescente que le toques Barricada o Extremoduro, la/el hija/o mayor que algún reguetoneo de moda y los peques te miran con ojitos de "Chuchuá". Tú intentas contentarlos a todos y te acaba saliendo un repertorio más variado que el almacén de un bazar chino.
El público SEGUIDOR, que te sigue a cada bolo que puede, te saluda nada más verte, baila con una sonrisa en la cara durante toda la actuación y te hace sentir, por un día, como el puto rey del Mambo. Huelga decir que los amamos profundamente y que, si pudiésemos, los clonaríamos en cantidades absurdas para llenar estadios con ellos y disfrutar de una vida de éxito y satisfacción. Pero tristemente, no podemos. Por eso los cuidamos como si fueran una obra de arte. Es que lo son, qué leches !!! ;-)
Y ya por último, el público HOSTIL, aquel que por alguna razón que desconocemos y que nunca sabremos, viene a una actuación a joder todo lo que puede, buscar follón, ir de listo y, en definitiva, tocar los cojones cosa mala. Entonces viene bien recordar que en este mundo existe la policía y que pueden meterte en la cárcel si haces según qué cosas, porque de lo contrario la cosa podría complicarse bastante y acabaríamos entre rejas cada dos por tres -6, para los que vayáis mal de mates. Por suerte, estos energúmenos son muy escasos y, en la mayoría de los casos, si no les ríes las gracias se cansan pronto y se largan a sus oscuras madrigueras.
Claro que en cada actuación te encuentras un verdadero cóctel formado por todas estas diferentes tipologías de público; dependiendo de cuál sea el porcentaje de cada, disfrutaremos más nosotros sobre el escenario y la gente en la pista.
Y ésta también es una de las partes bonitas de este oficio: saber lidiar con todos ellos y salir de las situaciones más variopintas con el mal menor y la cara bien alta. Con los años, acabas con unas nociones de psicología y don de gentes que te hacen la envidia del vecindario.
P.D. Hay otros tipos de público, cómo no, pero luego me decís que me alargo mucho XDDD
Y ésta también es una de las partes bonitas de este oficio: saber lidiar con todos ellos y salir de las situaciones más variopintas con el mal menor y la cara bien alta. Con los años, acabas con unas nociones de psicología y don de gentes que te hacen la envidia del vecindario.
Pues nada más por hoy: a pasarlo bien y espero, de todo corazón, que todos aquellos que vienen a vernos acaben, con el tiempo, siendo nuestros más acérrimos seguidores; yo, por mi parte, lo daré todo -como siempre- para que así sea.
Os quiero, gente !!! ;-)
P.D. Hay otros tipos de público, cómo no, pero luego me decís que me alargo mucho XDDD
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