viernes, 14 de agosto de 2015

LAPSUS LETRILES


Ayer me pasó: estaba cantando el tema "15 de Agosto" de los Ixo Rai, aprendido hace poco y, por lo tanto, con falta de rodaje sobre los escenarios. Todo iba bien, pero poco después del estribillo se me fue el santo al cielo y me olvidé de la letra. Hasta el final del tema no fui capaz de volver a coger el hilo. Mientras agonizaba por dentro durante unos escasos pero eternos segundos, me imaginaba como un conejillo asustado corriendo por el escenario en busca de una madriguera. Y es que los cantantes y las letras no nos llevamos bien.


Todos tenemos nuestros trucos para aprendernos esos viles caracteres: los hay que empapelan el suelo delantero del escenario con decenas de folios; otros se escriben los textos en los brazos o las manos a modo de chuleta colegial; otros apuestan por la alta tecnología y se apoyan en móviles o tablets; los hay que llevan durante toda la temporada el atril frente a ellos y van leyendo las letras tranquilamente y sin disimular lo más mínimo.



El caso es que aprendérselas de memoria siempre es un problema y, muchas veces, un esfuerzo titánico. No olvidemos que cada temporada se unen al repertorio un buen puñado de nuevos temas -en diversos idiomas- y tienes que tenerlas muy bien aprendidas para no dudar ni un segundo mientras brincas por el escenario y por tu cabeza pasan mil cosas más.


Y ya que hablamos de idiomas, no es lo mismo aprenderte una letra en español, catalán, inglés o francés. Si el inglés no lo llevas muy potable que digamos, vas a sudar la gota gorda para memorizar el tema y encima intentar que tu acento esté lo más alejado posible de aquel estándar del humor que fue la versión de "Aquarius" de Raphael. Y ya que estamos, tampoco es lo mismo equivocarte en inglés que en castellano, por poner dos ejemplos. En el idioma de Shakespeare, si tienes un lapsus con la letra, siempre le puedes poner jeta al asunto e improvisar en "inglés inventao" que decían los No me pises que llevo chanclas. Si no hay guiris entre el público ni ningún profesor de idiomas, puede que salgas airoso de la situación. Es más, hay muchos cantantes que se llaman a sí mismos "profesionales" que se pasan toda su carrera inventando idiomas nuevos sin sonrojarse ni una sola vez.
Si la equivocación es en castellano, la cosa se complica, porque normalmente el público se sabrá la letra al dedillo y te puedes crear más de un enemigo de por vida. Siempre le puedes echar cara he inventarte una letra alternativa -y confiar en que la cosa pase desapercibida entre el nivel de cubatas de la audiencia- o dirigir tu micrófono hacia el público y que sea lo que Dios quiera.

En fin, que cuando nos pasan estas cosas siempre es un mal trago, pero es algo que va unido de forma inseparable a nuestro oficio. Y ahora os dejo, que voy a repasarme bien un par de letras, no sea que hoy repita la situación. Eso sí, recordad una cosa muy importante: los que alguna vez nos equivocamos es porque somos humanos, actuamos en directo y no estamos grabados. Desconfiad de quien nunca se equivoca, amig@s ;-)