martes, 13 de octubre de 2015

CULTO AL CUERPO

Hoy he vuelto al gimnasio. Mañana volverán las agujetas. Seguro XD
Para la mayoría de la gente que nos dedicamos al maravilloso y nunca suficientemente valorado arte de cantar en orquestas y bandas de versiones, tener el cuerpo en buena forma es importante, casi tanto como cuidarse la voz. He visto excelentes cantantes que, debido a fumarse dos paquetes diarios, acababan por llegar a duras penas a las notas agudas o al cabo de dos horas de bolo estaban para el arrastre, por poner un ejemplo. Otros, que se pasaban la gira veraniega como si fuese una juerga continua -alcohol, drogas, "fieshtaaaaa", etc- y a las dos semanas daban pena y dolor. También he visto gente que hacía las dos cosas al mismo tiempo y l@s muy cabrit@s siguieron cantando como Dios, pero esas son tan solo malditas excepciones que confirman una regla esencial: si no te cuidas, no das la talla, frase que podría ser igualmente útil para todos los aspectos de nuestra vida.
 
Si tienes más de cien bolos al año, con jornadas maratonianas sobre el escenario de 5 o 6 horas -sin contar viajes nada cómodos, comidas inapropiadas, etc-, a veces pasando un calor insoportable y otras un frío terrible -o ambas cosas en un mismo concierto, que también se ha dado-, exigiéndote dar lo mejor de ti mismo -u obligado por tus jefes a llevarte al límite; mi caso es el primero, por suerte-, tienes que estar en una buena forma física para que no te falte el aire en el momento más crítico. Y hablando de aire, la presión atmosférica y del oxígeno que éste contiene, no olvidemos que la gente que somos de terreno llano lo pasamos bastante mal cuando nos toca cantar y correr por un escenario situado a 2000 metros de altura. Parece una tontería, pero muchas veces un diafragma a punto de explotar te lo recuerda a medio bolo cuando te mueves por esas latitudes.

El culto al cuerpo, en nuestro oficio, es importante: nosotr@s también nos vendemos por nuestro aspecto. Depende de la formación musical en la que estés metid@, tu público puede variar de los ocho años a los ochenta y cada tipología de personas busca cosas diferentes en l@s cantantes. Hay algunas que primero miran el físico y después, si éste les satisface, pasan a fijarse en si cantan bien o no, más o menos como pasa muchas veces en la vida más "mundana". Aunque al igual que con lo anterior de la "bebida y el tabaco", también hay excepciones a esta regla y a much@s les va muy bien con un aspecto que se aleja bastante del chico o chica de gimnasio. Pero como norma general, si tienes un buen cuerpo y una buena voz te irá mejor que si sólo tienes buena voz. Quizás sea injusto, pero realmente es así y no sólo en el mundo de la música.

En lo referente a los cantantes masculinos en particular, tener un buen físico -con unos buenos bíceps- también puede ayudarte en determinadas situaciones donde la voz y el cerebro poca cosa puede hacer: cuando te enfrentas a típico gilipollas bebido, maleducado y con ganas de vacilar delante de sus colegas. Por suerte, sólo son un ínfimo porcentaje de los asistentes a un bolo, pero puedes estar segur@ de que siempre, SIEMPRE, te encontrarás alguno. En estos casos, si el imbécil calcula -le llevará un tiempo, que su capacidad de cálculo es más que limitada- que tus brazos pueden arrancarle la cabeza en un enfrentamiento cara a cara, quizás, y sólo quizás, dejará de hacer lo que mejor sabe hacer -el tontaco- y se irá a la barra a tomarse la penúltima.
 
En fin, que como veis, cuidarse tiene muchas virtudes y pocos -o ningún- inconveniente. Yo he vuelto a las andadas y tengo que reconocer que me encuentro mucho mejor. Quizás mañana, cuando me resulte imposible bajar las escaleras de mi casa debido a las agujetas o a duras penas pueda llevarme el tenedor a la boca cambie de opinión, pero hoy me siento invencible XDDD

P.D. La foto ya tiene unos diez añitos. Mi cuerpo actual tiene que recorrer un largo camino para volver a tener ese aspecto, pero ahí está mi objetivo. Este año he empezado pronto la "Operación Bikini" :-P